El día de tu funeral.


Te regalaré un ramo de flores, flores que no tengan un valor monetario, flores que me encuentre por la calle, las arrancaré de jardines ajenos y armaré un ramo, no serán flores caras, pero apuesto que valdrán más que los collares de oro en aquella vitrina que nunca pude regalarte, las recogeré de camino al panteón y las dejaré sobre tu lápida, morirán pronto, definitivamente, pero su imagen perdurará, en una fotografía que no será digital, una que no se guarde en una formato JPEG con una resolución de 12 MP que quede en el olvido al formatear, una que se guarde en mi cabeza con una resolución de mi vista imperfecta y una duración de toda una vida.
No hablemos de tu muerte. Hablemos de unos días antes, aprovechemos que aún no llego al panteón.






Comentarios

Entradas más populares de este blog

Pastillas

Detén esto

Vulnerables