Sacando la basura.

Mírame señor monitor, estoy aquí no porque quiera, sino porque no tengo un mejor lugar a donde ir, lo hago no porque tenga ganas, es que por no querer hacer algo más aburrido decidí venir a entretenerme -Y no avanzar en lo que debería. Vengo con la lamentable noticia de que no estoy borracho, pero muero por estarlo, vengo con chispas de chocolate en la cara y con esa inseguridad entre mis parpados, como cuando no puedo mirar a las personas a los ojos, hoy me siento indigno y me desconozco un poco. He dejado de ver a gente que no quiero ver, he extrañado más a esa gente y he ignorado a más a quien me busca, hoy recordé como ayer el maldito pasado, oh, maldito pasado, siempre cogiéndote por el culo al presente, con esa facilidad tan tuya de jodernos la vida, con un nombre, con una fotografía, con el puto olor a la calle mojada. Inconsciente y con justificaciones más allá que estúpidas que sólo yo me creo eh intentado acercarme más a los lugares donde menos desean mi presencia, es como en algún momento desear ir a hablar con tu rival, aquél que odias en verdad, por alguna razón, sabes que compartes más con él que con algunos de tus amigos, y te imaginas, ahí, sentado en un banco duro e incomodo compartiendo tus palabras y tus risas estúpidas con él, disfrutando su presencia sabiendo que él disfruta la tuya, siendo un poco eufórico y feliz, siendo alguien, cualquiera, menos tú., compartiendo tu cerveza.,

Hoy he querido salir de mi casa y correr, patear a mis amistades y buscar nuevas, he querido olvidar mi vida y empezar de cero, que alguien me borrase todo del cerebro y que fuese completamente moldeable, en el fondo siendo yo quien decida como ser y no mis malditas costumbres. Hoy quise salir corriendo y negar a mi familia y mis amigos. Hoy quise hablarle a nuevas personas y hacer nuevos mejores amigos, hoy no fui yo, no fui aquel que organizaba las reuniones, y quería vivir en la casa de el tipo de las largas piernas, que siempre fue un muy buen amigo, hoy no fui el imbécil que cada tarde caminaba hasta el hogar de la niña con vista imperfecta, de vida imperfecta, hoy no fui el tipo que le contaba a los demás que tenía a la mejor madre, hoy no fui el tipo que admiraba a su abuelo y a su padre. Hoy odio a mi padre. Por todo lo que ha hecho, y por todo lo que ha desecho, por los errores que ha cometido, por ser infeliz consigo mismo, por no querernos como un padre deber querernos, por su vida imperfecta, porque con sus fatigas nos perjudia a todos, porque no es fácil ser él, porque no es un buen padre, porque no somos una buena familia.

Hoy toqué de nuevo la guitarra, hoy recordé a la niña de nombre dulce, y a la niña de nombre Diana y a la niña con nombre Daniela, y a la niña con nombre Denisse, y Vanessa y Ariadna. Hoy recibí la ayuda del amigo con tan grande corazón que tuvo que tener un cuerpo enorme para poder alojarlo, hoy hablé con la niña de Tlaxcala, que conocí cuando era un oso y descubrí que es más grato recibir ayuda de alguien a millas de ti que de alguien que se hace llamar tú amigo que vive a 100 metros de tu casa y no puede venir una tarde, a visitar, a preguntar como me va, sin embargo lo entiendo, no lo hice estando en mi lugar, como pretendo hacerlo desde sus zapatos.

Hoy no quise ser yo, hoy quise ser cualquier otra persona menos yo, es que todos parecen más felices, una vez me dijo la chica más hermosa del planeta que todos tienen días malos, que la diferencia es como los llevamos a cabo, que los días malos se pasan rápido y que los buenos duran más, el único problema es que en realidad he olvidado como vivir.

Vi su nombre una vez más, busqué sus cartas una vez más, leí sus cartas una vez más, lance indirectas al aire hacia ella una vez más, le extraño, y también la odio, parece que goza joderme la vida, en su silencio dice que no, pero sus ojos dicen que sí, y es verdad, creo que yo también lo hago, nos separamos sólo para jodernos la vida, te estoy cobrando todo lo bueno que te he hecho, o es sólo mi cabeza estúpida y tú ya ni siquiera te acuerdas de mí. Soy idiota.

un amigo que tras su silencio oculta interesantes historias y entre su elegancia brotan lágrimas, me ha contado que a veces nosotros creemos que alguien nos está jodiendo la vida, pero que muchas otras veces sin darnos cuenta o sin tomarle importancia nosotros le pateamos la vida a otras personas, sus palabras fueron como una patada en los huevos. Y de pronto deseé que fuera un sueño.

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