3er domingo de junio.

No olvidé felicitarte papá, ni tampoco es que no haya tenido tiempo. Simplemente es tan difícil volver a entablar una conversación contigo. Esto siempre ha sido así, algo complicado, ¿qué es lo que nos mantiene en la línea? Que a veces pida algo de dinero, que aveces llames y preguntes por mi nombre completo y mi fecha de nacimiento para hacer no sé qué trámite. No olvidé felicitarte, y no es que no haya querido hacerlo, de hecho, desde este domingo me la he pasado pensando, qué tal vez todavía no es tan tarde, para llamarte y empezar con un "¿qué onda pá? ¿Cómo estás?" Preguntar más cosas, si has ido a trabajar, que como está la abuela, que cómo estás tú. Pero creo que no podría mencionar el felicidades por el día del padre, terminaría en contarte lo que he hecho, ponerte al día. Hace ya más de un mes que me fuí, y en verdad no recuerdo nuestra última conversación. Pero te pongo al día, tengo trabajo, estoy viviendo con Osvaldo, pese a las decisiones increíblemente aún hay gente que me ayuda a tirar del cable. No te preocupes, estoy seguro de que ya habías pensado en llamarme, y preguntar cómo estoy, aunque algo me dice que es la misma situación, la indecisión de tomar el teléfono, buscar el contacto. ¿Cómo me tienes agregado? ¿Cómo "Hijo", cómo "Helmer"? Como sea. No te preocupes, por más tiempo que pase sin llamar o sin recibir tu llamada, nunca podría ir más allá de cierto rencor, que desaparece cuando uno de los 2 toma la llamada. Me informan de ti mis hermanos cuando pregunto, te informan de mí los mismos cuando cuestionas. Es así, creo que está bien, pero me recuerda a tantas películas donde existe la falta de comunicación padre e hijo. En lapsos de no meses, ni semanas. Sino años o hasta décadas. Así, alguien llama para preguntar, pero uno nunca sabe. Esto va a salir bien o mal. Como sea, en prepa tuviste cierta fijación por mi escritura. Por mis poemas, por mi gusto a las letras. Nunca inculcaste eso en mi, sin embargo comentaste con orgullo que no estaba mal. Cuando escribí la novela para la clase de filosofía, solo un par de amigos la han leído, y tú. O en verdad no me consta que lo hayas hecho. Está bien, me gusta pensar que sí, por ello te pongo al día, con este texto. Tengo trabajo, voy a dejar la universidad un tiempo, porque el tiempo me es poco, y las complicaciones cada vez más turgentes. Mi promesa está ahí, terminaré la carrera. No te preocupes por ello. Cada día viajo una hora exacta en metrobus, a veces a prisa a veces con calma y me digo a mí mismo, ya tengo 22. Me gusta lo que hago, cómo lo hago. Lamento no seguir ciertas insinuaciones de mi viejo, "no te juntes", sabías que algo malo pasaría. ¡Qué va! Entra por un oído, sale por el otro. No importa, estoy cometiendo mis errores a mi ritmo. Ya no lamento muchas cosas que antes sí. Sin embargo con la muerte del abuelo solo lamento que no me haya visto nunca con una toga, y con un título que me proclame  Ingeniero Helmer Jair Saldaña López.
Me pongo mis audífonos y creo que la vida es tan fugitiva, aunque pasa el tiempo lento siempre vamos tan tarde. Apenas ayer llegué de la ciudad y te mostré con alto orgullo "Me han aceptado en el Politécnico", y por un momento me sentí tan vivo. Recordé, que quería ir a CBTIS y me dijiste que no podría, me metí en la preparatoria y quise hacer exámen para las mejores universidades, seguiste diciendo, que no podría, te pedí dinero para el curso, dijiste que no.
No sé a dónde esté llegando con esto a ningún lado, y creo que esto no debería ir de reclamos.
Viajaré a estados unidos este 2019, visitaré a mi hermana y estaré presente en el bautizo de mi sobrino. Todo es fugitivo, recuerda, no importa el tiempo que no charlemos. Siempre voy a contestar para escuchar que hay que decir, siempre voy a platicarte como me va. Y siempre estaré dispuesto a escuchar tus consejos y experiencias.

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