Mi exnovia es una bruja y me ha hechizado.

Cuando Denisse entró al cuarto ese 17 de febrero del 2023 la brisa aérea generada `por la puerta me arrastró por toda la habitación, los cuadros de sus fotos y sus pinturas terminaron estrellados contra la pared. La ventana reventó en un estallido seco al reventarse a causa del impacto con una maceta de cactus en mi burocito.
Tuve un impacto tan fuerte contra la pared que apenas y pude quitarme los huesitos para evitar el dolor que me causaba la presión en las costillas, dejándome así a mí mismo como una masa de carne, grasa y fluidos. Pude a duras penas impulsar mi cuerpo por la pared escurriéndome con tremendo esfuerzo hasta llegar a la ventana.
Sujetaba mi esqueleto con la mano derecha y con la izquierda luchaba para no soltar mi libreta con el último texto en el que estaba trabajando. Al llegar al filo de la ventana salí disparado de aquella habitación a tal velocidad que apenas y pude escuchar el último grito de Denisse hacia mí: estoy seguro que era una palabra que comenzaba con la letra “F”.
Después de eso quedé solo como una bala que se despide de su casquillo. Podía distinguir por momentos y los lugares sobre los cuales me encontraba, esto a penas como fotogramas que aparecían, vi por momentos una larga muralla rodeada de una espesa masa verde, que podrían ser arboles, asocié inmediatamente que debía estar volando sobre la muralla china. Entonces he preguntado para mí: “¿A qué velocidad estoy viajando/girando? Estoy dando vueltas a la tierra en cuestión de segundos”. Hace un momento me encontraba en Av, Universidad #232 de Cuerna.
Ahora me encuentro entre flashes de día y noche. Espero no pasar sobre Estados Unidos, no sé si la visa sigue vigente. ¿Cómo es que mi cuerpo y mis órganos resisten tanta presión contra el aire? Hace ya rato desde que salí disparado debí pasar de ser una sola masa conformada por venas, vasos sanguíneos, un montón de órganos: a polvo, espolvoreado sobre todas las locaciones del mundo conocidas. un granito de mí, manchado con sangre de la mía y bien muerto, no así; con vida, o no sé si a esto se le pueda llamar vida.
Estoy pensando que a esta velocidad no logre detenerme jamás y estaré girando al rededor de la tierra por algunos miles de años.Y todas las personas a las que que conozco ya no vuelva a verlas jamás. Eso me pone triste en realidad. Ahora echo de menos, incluso a quien no debería.
Me pregunto si a esta velocidad las personas pueden envejecer, o si la gravedad me afecta de la misma manera. Tal vez para mí el tiempo no pasa igual. Qué triste y que solitaria vida tendré entonces aún cuando me la he pasado huyendo de la soledad toda la vida.
Solo me queda la esperanza entonces de encontrarme con alguien que indudablemente haya pasado por exactamente la misma situación que yo (o por algún experimento científico).
Entonces nos timaríamos de la mano con bastante fuerza para ir juntos y cuando menos platicar por el resto de nuestras vidas viajando a esta velocidad que intuyo es casi a la de la luz, aunque en realidad no sé mucho de ello, solo lo que he logrado aprender mientras aún podía poner mis pies en la tierra y escuchar lo que el resto del mundo decía. Qué triste, ahora lo único que puedo escuchar es un zumbido generado por el aire y la fricción y mi mente que siempre está aquí conmigo.
Bueno sería entonces que halle a alguien más, pero ¿Hasta cuándo? ¿Cuándo una persona podría pasar por una situación similar a la mía? O peor aún ¿Cuántos años más tardaremos en encontrarnos con las misma trayectoria, eso sin contar la tremenda velocidad con la que nos tendríamos que tomar de la mano, una oportunidad así, sería imperdonable de perder.
¡Qué vida!, lo peor, es que ni siquiera me dan la oportunidad de suicidarme..
Será mejor que en cualquier momento me estrelle en contra de un avión, o de alguna montaña lo suficientemente alta para poder agarrarme de una rama de árbol, aunque terrible destino me esperaría sí me estrello contra alguna roca, así sí sería un impacto fulminante y no quedaría de mí ni mis ideas, ni mis huesitos, ni mis notas. Tal vez quedaría de mí el recuerdo, o tal vez ni eso, solo un repulsivo olor a sangre y jugos gástricos.
He vuelto a introducir mis huesos al cuerpo, y aunque duele demasiado por la presión he aprendido a soportar el dolor, “tan siquiera en lo que escribes esta nota”, me he dicho. Después de esto arrojaré la notita al planeta en forma de avioncito. Tendré que apuntar hacia hacia Europa para que entre en la posibilidad de que caiga en uno de esos países de Asia o África. Pero nadie me entendería, tendría que escribir el mensaje en otro idioma; he pensado en francés y Ruso, son idiomas curiosos que me gustan, aunque tendría que aprenderlos.
Llamen a la KGB, o a la NASA. Soy una partícula que hace tiempo fui hombre, pero a causa de brujería por parte de mi novia, hoy me encuentro orbitando a una gran velocidad, con un gran miedo de salirme de órbita en cualquier momento. Estoy dispuesto a cooperar con información cuántica de todo lo que he visto y vivido aquí. Por favor. Ayúdenme, que alguien diseñe un gran imán de carne humana y que este me lleve de nuevo a casa.

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